23.11.21

Ser mujer en las comunidades LGBTTIQ

 

Ser mujer y parte de las comunidades LGBTTIQ es tener que entender que la equidad no significa lo mismo para todas, todos y todes. Es tener que entender que en un mundo socializado desde una visión machista, las mujeres lesbianas, los hombres gays, las personas bisexuales, las personas transexuales y también las transgénero, llevan consigo una buena carga de misoginia que impacta a las mujeres a muchos niveles.


En el mundo LGBTTIQ el manejo del poder es desigual. Las intersecciones de las opresiones influyen en el lugar que nos permiten ocupar en los movimientos. Las formas de violencia que vivimos son invisibilizadas. El mansplaining se sienta con nosotras en las reuniones. Escuchamos como se usan palabras alusivas a lo femenino como insultos. Se nos juzga con una doble vara. Se minimizan nuestras aportaciones. Y ahora se nos quiere empujar a nuevos armarios porque lo feminista puede resultar ofensivo si no cede su poder político a favor de un colectivo que tiene tarea pendiente para poder entender a cabalidad nuestras historias de luchas y las batallas libradas por siglos para que se reconozca nuestra humanidad.


Faltan 2 días para el Día Internacional de No Más Violencia contra las Mujeres y lo LGBT que configura una de mis identidades no me hace ciega ante estas realidades. 


He sido privilegiada de muchas maneras. De tantas, que puedo reconocer que me he librado personalmente de unas cuantas violencias machistas de las que menciono aquí. He tenido voz y también he podido liderar dentro de CABE, un espacio que atesoro. Eso, sin embargo, no me impide ver más allá de mí misma. He atestiguado la violencia contra otras mujeres de nuestras comunidades. Tengo experiencias y ejemplos para sustentar cada una de ellas.


Lo que me pregunto es si otras mujeres al interior de nuestras comunidades las pueden ver. Me pregunto si se indignan. Si sienten la necesidad de ser solidarias con otras mujeres y también si se sienten llamadas a ocupar espacios de poder dentro del mundo LGBTTIQ y a bregar con las barreras que se nos presentan en el mismo. Sé que no es fácil. Pero es necesario. Tan necesario como asumir, además, un trabajo feminista. Lo LGBT no nos impide hacer ambas cosas. Al contrario, actuar como gestoras de cambio al interior del mundo LGBTTIQ con una perspectiva de género y feminista nos hace más fuertes. 


Hoy, en mi #cuentaregresiva25n, la invitación es a entender que el cambio que pedimos a nivel social para lograr el respeto a la humanidad y derechos de las personas LGBTTIQ debe iniciarse con un cambio interno dentro de nuestras comunidades para que la palabra equidad incluya el respeto a la plena humanidad de nosotras las mujeres que también somos parte de ellas.


#25Noviembre #25N

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