15.6.06

Que corran las mujeres

¡Que corran las mujeres! Pero que corran a la legislatura, a las alcaldías y a la gobernación. Que corran en las próximas elecciones y se integren, de una vez, al mundo político de Puerto Rico. Ya hay países del mundo en los que las mujeres han alcanzado representación sustancial en los cuerpos legislativos y en las secretarías de estado. En Puerto Rico tenemos sólo unas cuantas legisladoras, una alcaldesa y un puñado de directoras de agencias públicas. Números, que en comparación con los de la representación masculina, demuestran una palpable falta de equidad.

¿Qué pasa? ¿Carecemos de liderazgo o de las destrezas necesarias para gobernar? ¡Claro que no! Las mujeres puertorriqueñas tenemos como grupo un nivel educativo más alto que muchos varones. Una visita a las oficinas de nuestros legisladores en el capitolio nos deja ver que aunque la mayor parte de ellos son hombres, sus asesoras y asistentes son mujeres. Eso quiere decir, que en todos nuestros partidos políticos hay mujeres que conocen lo que es legislar, lo que es gobernar, lo que es liderar. ¿Por qué no corren ellas u otras mujeres a esos puestos electivos? La pregunta amerita análisis.

Ya los dos principales partidos políticos del país comenzaron a reestructurarse de cara a las elecciones del 2008. Desde ahora, se está activando toda una maquinaria que de ser verdaderamente democrática, debería dar el espacio para que las mujeres, como 53% de nuestra población, ocupen un número proporcional de escaños y puestos públicos.

¿Nos hemos planteado las mujeres esa posibilidad? ¿Hemos pensado seriamente en correr para puestos electivos en lugar de dirigir y trabajar en campañas para otros que quizás no tengan nuestras capacidades de liderazgo y de acción? Ya es hora de que trabajemos para nosotras y que demos el paso decisivo para cruzar la línea que separa a las mujeres que ceden por costumbre el poder y la autoridad a los hombres de las mujeres que saben que el poder y la autoridad deben ser compartidos.

¡Que corran las mujeres! ¡Corran ya! ¡Que corran al futuro próximo con la certeza de que ellas también pueden gobernar, legislar y dirigir este país!

6.6.06

¡Presentes!

Hay quienes pregonan que la era de las mujeres parece haber terminado y que el activismo político y social que las caracterizó en décadas pasadas desapareció en medio de un aparente silencio que se manifestó en el ámbito público de los últimos años. Esta “ausencia” política se puso de relieve en medio de los acontecimientos de este mes. Un mes en el que el país despertó a una realidad que había querido ignorar tercamente y a pesar de todas las señales de alerta. Las mujeres no fueron la excepción, pero me atrevo a decir que muchas de ellas, de nosotras, no estábamos ni dormidas, ni silentes, ni ausentes. Simplemente estábamos ahí, pidiendo ser escuchadas y a la vez esperando el momento en el que alzar nuestras voces tuviera relevancia para todas y todos y no simplemente para unos cuantos escuchas empáticos con nuestras causas.
Sin pretender explicar en una breve columna las complejas causas por las cuales se hace tan difícil concertar un movimiento de mujeres que les garantice espacios políticos, económicos y sociales justos, sí debo decir que todavía nos queda por construir una visión común a todas y un sentido de pertenencia a un género que tiene su propia perspectiva de mundo y sus propios ofrecimientos y alternativas a la hora de construir una nación. No nos basta con pertenecer a los grupos que trabajan por las muchas causas que nos parecen urgentes como las luchas sindicales, ambientales y aún las de los partidos políticos. Eso no es suficiente, eso nos hizo ceder el liderato y acallar nuestras ideas y preocupaciones. Ahora estamos listas para estar presentes, y además, no nos queda otra opción. Estamos presentes de verdad, diciendo que no somos iguales a los hombres y que eso no nos hace ni mejores ni peores que ellos. Estar presentes es reclamar espacios de diálogo y aportar desde nuestras experiencias, desde nuestra visión de mundo, desde nuestros amplios conocimientos en múltiples disciplinas. Si estamos presentes, creceremos, aprenderemos y nos moveremos hacia donde siempre hemos querido movernos: la equidad.

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