10.11.21

Las luchas ambientales tienen cara de mujer

 Puede ser una imagen de 7 personas, personas sentadas, personas de pie y al aire libre

Hoy ando por el sur. Buscando aire. Porque muchos recuerdos bellos de mi niñez y juventud andan por acá. La Parguera, Boquerón y Combate fueron espacios donde la naturaleza protagonizaba los paseos y donde hasta llegué a pensar que mi carrera tal vez estaría en la biología y el tema ambiental. 

Pasando por Peñuelas no pude evitar pensar en Lourdes Borrero y otras mujeres como Tinti Deyá que fueron y son protagonistas de las luchas ambientales del pais. Estoy segura de que muchas otras han permanecido en el anonimato. No es casual esa invisibilidad. Luchan simultáneamente con dos monstruos: el capital que todo lo devora y el machismo que todo se lo adjudica. 

Faltan 15 días para el Día Internacional de No Más Violencia contra las Mujeres y hay dos aspectos del tema ambiental que están directamente relacionados con la #ViolenciaDeGénero

Uno de ellos es cómo las mujeres pagamos el precio de la destrucción ambiental. Lo pagamos con nuestra salud, pero también con la salud de nuestras familias y la suma de precariedades que se nos acumulan por ser cuidadoras y vivir en pobreza en un sistema donde el sistema de salud no responde. 

Cuando se contamina el ambiente, las enfermedades abundan aunque quienes contaminan hacen lo indecible por ocultar la relación entre sus acciones y las muertes. Millones de mujeres en el planeta se preguntan por qué sus hijas e hijos sufren malformaciones o viven con condiciones crónicas y nadie les contesta. Nadie asume responsabilidad y ellas pagan el precio en dolor y trabajo.

El calentamiento global también se paga por las mujeres. El huracán María dejó claro que la cara del sufrimiento, pero también de la respuesta al desastre, era de mujer. Sin embargo, en las cumbres globales, las mujeres todavía están al margen.

Nuestra historia no escrita como mujeres también impacta la lucha ambiental. Cientos de mujeres ha sido asesinadas por defender sus tierras, el agua, el planeta. Pero su historia no está escrita en los libros oficiales. No existe. Y las más jóvenes luchan a ciegas. Sin el beneficio de conocer maestras y entender el por qué de nuestro presente desde esa mirada que es única porque carga la realidad de ser mujeres en un planeta a merced de una mirada androcéntrica. 

A eso sumemos el racismo. Ese que cuando se intersecta con el machismo y el clasismo deja fuera del radar ambientalista a negras, indígenas y latinoamericanas.

Las desigualdades que se profundizan con los daños ambientales también profundizan la violencia de género. Si queremos poner un #AltoALaViolenciaDeGénero, hay que luchar- con #perspectivadegénero incluida- por la justicia ambiental.

Mi amor y solidaridad a cada mujer que lucha por el planeta. Ellas son las verdaderas Pacha Mama que debemos honrar. 

#cuentaregresiva25n #25N #25noviembre

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