23.10.06

Un modelo universal


“Compórtate de tal modo que tu conducta pueda servir de modelo universal.”Kant

Ni Puerto Rico, ni el resto del planeta aguantan el estilo de vida consumista que se ha convertido en símbolo de progreso en nuestra sociedad. Mientras nuestros recursos naturales son devorados por el afán de lucro del llamado desarrollo, nuestras comunidades excluidas luchan para sobrevivir la pobreza y la falta de acceso a los bienes y servicios que les son negados por ese mismo desarrollo.

¿Puede servir nuestra conducta individual y colectiva de modelo universal? Sólo imaginemos por un segundo qué pasaría con nuestro ambiente si todos los puertorriqueños decidieran vivir atrincherados en urbanizaciones exclusivas y alienadas. Imaginemos qué pasaría si todos optáramos por arrasar los campos para especular con su valor monetario y confiáramos en la tranquilidad artificial que produce el pensar que el árbol del área común de nuestra urbanización es suficiente para reciclar el aire contaminado con las actividades que forman parte de ese mismo “estilo” de vida. Imaginemos el futuro de nuestra infancia si todas las familias optaran por aislarse de sus vecinos y vivir la cotidianidad como entes separados del entorno.

¿Qué pasaría si el resto del mundo actuara igual que nosotros? ¿Si consumiera, malgastara, odiara y juzgara a sus semejantes igual que nosotros? Imaginar un planeta así asusta y agobia. Sería un mundo sin futuro, parte de un panorama en el que las guerras se entronizarían de una vez y por todas amparadas en esos mismos principios de odio, de intolerancia y de avaricia por acaparar los recursos del planeta que pertenecen a todos y no a unos pocos.

La opción de la esperanza surge mientras actuamos y evaluamos nuestras acciones a la luz de lo que podría ser un modelo universal. Si queremos un futuro, no nos queda otra opción que abrazar la solidaridad honesta y activa. ¿Cómo sería nuestro futuro si al fin limitamos nuestros excesos, trabajamos con los líderes de las comunidades más pobres, depositamos nuestra energía en el bien común y no en el propio, y nos liberamos de los prejuicios para aceptar a nuestro prójimo?

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