7.3.08

Votos con perspectiva de género

Voces/ El Nuevo Día
7 de marzo de 2008

¿Cuántas mujeres acuden a las urnas analizando las candidatas y candidatos desde una perspectiva que considere sus necesidades como grupo? Probablemente no las suficientes, ya que de ser así habría bastantes legisladoras y legisladores descalificados desde las elecciones pasadas. Curiosamente, este año electoral casi coincide la fecha de las primarias con la del Día Internacional de las Mujeres. Esto nos brinda una muy buena oportunidad para reflexionar acerca de esos necesarios e importantes votos con perspectiva de género.

¿Y cómo analizar a todos estos precandidatos y precandidatas? Pues mirando no sólo las leyes que estos han promovido y apoyado sino las expresiones públicas que han hecho en temas que nos conciernen como mujeres. Y esto incluye lo que han dicho y lo que han callado. Porque a veces el silencio tiene como resultado práctico la validación de conductas, políticas y acciones que van en detrimento del pleno desarrollo de las mujeres puertorriqueñas.

¿Votaría usted por un candidato que abiertamente menosprecia el trabajo de otras legisladoras argumentando que su maternidad no las deja pensar? ¿O tal vez votaría por candidatas y candidatos que apoyan abiertamente posturas religiosas que perpetúan la idea de que toda mujer jefa de familia o que convive en relaciones consensuales es una ciudadana de segunda categoría? ¿Votaría por legisladoras/es que se manifestaron en contra de la voluntad de las organizaciones de mujeres que apoyan el nombramiento de la nueva Procuradora de las Mujeres a pesar de que ésta es la persona idónea para el puesto? Yo no.

Si las mujeres lograron acceso a derechos que antes les eran negados- como el de coadministrar los bienes de su matrimonio o el de denunciar una violación de su esposo o compañero- no fue porque las maquinarias gubernamentales lo hicieron fácil. Pero ahora, si las mujeres quieren garantizar su acceso a otros derechos que todavía les son negados, deben entender que sus votos serán determinantes en los procesos por venir. Aprovechemos las primarias para, desde una aspiración genuina a un país equitativo para todas y todos, construir un gobierno que nos represente y nos garantice nuestros derechos como seres humanas. Respondamos primero a nuestros valores de justicia y luego a los partidos. Si somos consistentes con esto, los partidos y el gobierno tendrán que cambiar.

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