23.5.21

Las piedras que se superan para los derechos LGBTTIQ

🏳️‍🌈 Sobre el #PS184 y la lucha que seguimos librando por él: Noten- y no olviden- que medio Partido Popular Democrático estuvo en 2013 en contra de nuestros derechos humanos y ahora en 2021 son la misma piedra en el camino.  Pero aún así ganamos y ahora seguimos ganando. A pesar de esas piedras que están hasta en la presidencia del partido y a pesar de los legisladores del Partido Nuevo Progresista de Puerto Rico que también son piedras. 

Les comparto este post de 2013, que escribí en medio de esa batalla y cuando mucha gente pensó que no se aprobaría ese proyecto. Para tener perspectiva histórica. Siempre nos viene bien mirar el camino recorrido. 

23 de mayo de 2013 👇🏾

“Ha sido una jornada agotadora que frustra por muchas razones: 

1) El PS238 es un buen proyecto y fue evaluado, apoyado y recomendado favorablemente por más del 80% de las entidades y personas que depusieron en sus vistas públicas.
2) Aún así, hubo legisladorxs que NUNCA fueron capaces de entender que estamos hablando de derechos civiles y tampoco fueron capaces de dejar a un lado su miedo ante las amenazas del sector de oposición.
3) El PNP, por su parte, decidió adoptar una actitud de brazos caídos y nos dejó solxs como personas vulnerables ante el discrimen.
4) Tal parece que la versión que aprobarán será apenas una sombra del proyecto original y eliminará la parte concerniente a derechos civiles. Esto es un agravio a nuestra dignidad.

Sin embargo, sorry WR y co.  Como quiera ganamos.

1) Lxs opositorxs dijeron que el PS238 no pasaría del Senado, y pasó.
2) Los opositorxs dijeron que lo pararían en la Cámara y sobrevivirá.
3) Lxs opositorxs creyeron el lunes pasado que nosotrxs no tendríamos la capacidad de empujar un proyecto de ley, y lo hicimos.
4) Los opositorxs creían que nos quedaríamos solxs como personas LGBTT y se equivocaron.
5) Uniones, asociaciones profesionales, organizaciones comunitarias y miles de personas de la sociedad civil se pararon a nuestro lado y dijeron ¡Sí! a la equidad.

¿Quieren más? La Ley 54 está más cerca de ser enmendada para cobijar a toda persona independientemente de su orientación sexual, identidad de género o estado marital.

¿Tendrán algo que celebrar lxs opositorxs a los derechos LGBTT? No creo.

¿Tenemos cosas para celebrar nosotrxs? La noche es joven. Pero aún con el peor escenario, creo que ganamos mucho más que lo que pueda decir un texto de ley.

Que quede claro, sin embargo, que el Sr. Gobernador* nos debe una explicación que trasciende el discursito ese de que cumplieron con la plataforma de gobierno. El Sr. Gobernador tiene que decir, en blanco y negro,  si él cree que las comunidades LGBTT merecen el reconocimiento de sus derechos civiles o no.

Ya la sociedad civil dijo que sí. El PPD parece estar diciendo que no. ¿Quién tiene la razón y cómo quedará para la historia?”

*Tengo que reconocer que García Padilla se ha mantenido como aliado comprometido aún estando fuera de candidaturas o puestos públicos.

8.5.21

Las muertes de la madre



A veces nuestras madres mueren varias veces durante nuestras vidas. Cada una de esas muertes trae consigo una desazón particular, su propio duelo, aunque ni siquiera seamos capaces de apalabrarlo. 


Mi mamá está viva. Está aquí, cerca de mí mientras escribo esto. Pero ya he perdido la cuenta de las pequeñas y grandes muertes que se nos han atravesado en esta vida.


Las muertes de nuestras madres pueden ser fugaces, también profundas. Desde esa que observamos cuando nos damos cuenta de su humanidad imperfecta mientras cometen errores de juicio que destruyen la imagen que teníamos de ellas, hasta la muerte de una primera separación emocional que revive el corte del cordón umbilical que nos alimentó por meses. Otras muertes- que parecen la propia- son esas que ellas apalabran cuando nos destierran de su cielo, cuando nos reconocemos fuera de la constelación de quereres a la que creíamos pertenecer y las reconocemos fuera de la constelación que luego creamos para nosotras.


Hay otras muchas muertes posibles. Y siempre nos agarran por sorpresa porque una se prepara y espera la muerte física de la madre pero no las demás.


El 15 de enero una de esas muertes me sorprendió cuando mi mamá sufrió un evento isquémico enorme. Perdió el movimiento de su lado izquierdo de manera permanente y se disparó un proceso de demencia que todavía está en desarrollo. Pero lo que me hace escribir aquí es el reconocimiento de que la que era mi madre hasta ese día, ya murió. Ahora es una nueva madre la que ocupa su cuerpo. Nueva y vieja a la vez. 


Y todavía no he tenido tiempo de llorarla porque apenas ahora me doy cuenta de que no había reconocido esa nueva muerte. Uno de mis hijos la apalabró por mí. Esta es una muerte que se queda en un ciclo que no cierra y se mantiene en evolución. Seguía aferrada a una vida previa de ella. A una vida previa nuestra. A una vida previa de nuestra familia.


Siento una tristeza profunda. Un agotamiento que no me da mucho espacio para las alegrías, una sensación de pérdida que no quiere recibir consuelo porque aún no soy capaz de ver las fronteras de esta nueva realidad ni de apropiarme de ella para aceptarla. 


Mi abrazo para todas las hijas que viven las pequeñas y grandes muertes de sus madres. Sé que todo duelo tiene sus propias reglas, pero ojalá puedan ver esas muertes y reconocerlas, llorarlas y luego aprender a ser felices a pesar de ellas.

4.5.21

PARE visto desde mi experiencia

Soy parte de PARE en representación de Matria. Otras cuatro compañeras de otras organizaciones también. A eso se suman compañeras de al menos cinco o seis organizaciones adicionales. Estas organizaciones que cargan el peso de ofrecer servicios que nadie más ofrece, están dando un tiempo que no les sobra para alimentar el trabajo de PARE. Traen consigo a este comité sus conocimientos, las historias de sus participantes y sobre todo, su corazón. Y es por ese trabajo amoroso, vertical y solidario que escribo esto hoy. No me toca defender al gobierno. Pero sí nuestro trabajo compartido.


Ahora, todo el mundo habla de violencia de género. No me quejo. Eso es un logro porque al menos ya hay un reconocimiento del problema y una voluntad de país para atajarla. Pero pocas personas la comprenden. 


Estamos tratando de transformar un sistema machista y violento que lleva siglos fortaleciéndose, impregnando cada estructura social, económica, política y cultural. Estamos tratando, a la vez, de sobrevivir ese sistema y transformarnos nosotras mismas para arrancarnos de la cabeza, del cuerpo y del corazón nuestro propio machismo y nuestra propia tendencia a replicar las creencias que nos oprimen. Libramos batallas internas y externas y de vez en cuando nos vemos obligadas a enterrar algo propio. 


No hay varitas mágicas ni soluciones sencillas para erradicar la violencia hacia las mujeres. Pero sí hay estrategias que sabemos que funcionan y cambios que como parte de un plan pueden cambiar la estructura social que produce la violencia hacia nosotras. Llevamos décadas haciendo ese trabajo. Nuestras compañeras mayores, sabias, nos abrieron los caminos que nos permiten estar aquí hoy.


Poca gente parece saber que el plan de trabajo aprobado en PARE es el fruto de las propuestas que nuestras organizaciones le entregaron al Gobernador en enero pasado. Esas propuestas, a su vez, son el resultado de más de un año de reuniones, de escritos y de reflexiones de nuestras organizaciones y colectivos. Nada se improvisó. Es decir, PARE está ejecutando un plan de trabajo hecho desde la visión, cocimiento y experiencia de nuestras organizaciones. 


Cuando se dice que no está pasando nada con el #EstadoDeEmergencia se habla desde el desconocimiento. Porque cada semana hay reuniones de todos los subcomités de trabajo y en todos, hay compañeras defendiendo ese plan de trabajo y haciendo lo necesario para que se ejecute. Hay resultados. En 68 días desde que se constituyó PARE se han logrado sentar las bases para  establecer y ejecutar una estrategia concertada y coherente de prevención e intervención con la violencia de género que incorporará la perspectiva de género y que debe poder sostenerse más allá del 2024 para convertirse en algo permanente dentro de nuestro sistema gubernamental. 


Además:

🔻 Se aprobó el plan de trabajo (eso en sí mismo fue un logro)

🔻 Se constituyeron los doce subcomités de trabajo

🔻 Se revisó el sistema de estadísticas de violencia de género del gobierno y se están haciendo ajustes para que reflejen la realidad de los casos y sean útiles para la prevención

🔻 Se creó un flujograma con cuatro ejes de atención a la violencia de género

🔻Se inició un mapeo de recursos disponibles en agencias y en comunidades para prevenir y atender la violencia VdG

🔻 Se adelantó trabajo para resolver el problema de los safe kits

🔻 Se está completando el trabajo de revisión de los materiales para una educación con perspectiva de género

🔻 Se diseñó un plan de capacitación para personal de agencias sobre este tema

🔻Se inició un proceso de creación de alianzas con los municipios para lograr guías de servicio estandarizadas para atender estos casos cuando lleguen a agencias municipales

🔻 Se recopilaron todos los protocolos de agencias para atender la VdG para lograr un protocolo único que incluya las mejores prácticas y elementos que permitan un trato sensible para las víctimas

🔻 Se está evaluando legislación que refuerce el trabajo y que además cree espacios de equidad con factores de protección frente a la VdG

🔻 Se está dando seguimiento a fallas o brechas relacionadas con los grilletes electrónicos y órdenes de protección


A todo esto se suman múltiples acciones concretas a pequeña escala en agencias de seguridad y el haber logrado un espacio de diálogo entre organizaciones y agencias que hace muchos años no existía.


Para quienes trabajamos con mujeres en situaciones de violencia de género, Andrea y Keishla son nuestras pérdidas más recientes pero no, no son la gota que colmó el vaso, ni una tristeza nueva, ni un coraje que nos avasalle, ni un nuevo terror que nos abra los ojos a lo que pueda pasarle a nuestras hijas, hermanas, amigas o a nosotras mismas.  Esa tristeza, coraje y terror ya viven con nosotras.  Son dos mujeres que sí nos marcan y que sí lloramos, pero además son el recordatorio de lo urgente de nuestro trabajo.  


Las trabajadoras de organizaciones de servicio llevamos años con el corazón apretao y la marca del trauma en nuestras propias vidas. Se llama trauma vicario. Conocemos los vericuetos del sistema de justicia, las puertas que están cerradas en las agencias, las soledades de las víctimas frente a sus familias o comunidades y todas las intersecciones de las desigualdades que se le amarran a las piernas como un ancla que les impide moverse hacia su libertad. También conocemos la violencia que nos persigue por feministas, por defensoras y por ser críticas.


A pesar de todo, seguimos trabajando y apostando a la esperanza. Y lo que les pido hoy es que ustedes también lo hagan. Que mantengan- como nosotras- la mirada crítica pero que eviten los juicios rápidos que pueden dejar fuera del análisis el contexto, la complejidad del trabajo pendiente y también el esfuerzo que muchas compañeras están haciendo.


Créanme que tengo prisa por ver resultados y que también me impaciento, hago señalamientos y busco soluciones para lo que me parece un reto. Todas nosotras, las que aceptamos el reto de PARE, nos parecemos en eso. No dejaremos de fiscalizar, pero tampoco podemos negar que hay progresos y que vale la pena el esfuerzo.


Apóyennos con su energía, con sus observaciones y sus preguntas. Eso enriquece nuestro trabajo y aumenta la posibilidad de éxito en esta encomienda que asumimos con los ojos abiertos, el corazón lleno de esperanza y la mente dispuesta a generar todas las propuestas y acciones necesarias para que no haya #NiUnaMenos #NiUnaMás porque #VivasNosQueremos. 


PD. Les invito a visitar la página que nuestras organizaciones crearon para dar información de nuestro trabajo en PARE: Representantes de Organizaciones en PARE


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Las últimas de la fila

 No recuerdo que alguien me haya dicho de niña que debía ser la última en comer. Pero lo aprendí. De adulta, al cocinar o comprar comida par...