13.2.08

Hay amores que matan

Publicado en Voces de El Nuevo Día
13 febrero 2008

Tal vez lo que suceda es que no son amores de verdad, que son amores castrados por estereotipos de género y saboteados por presiones sociales que perpetúan la violencia por razón de género y nos imponen una mujer muerta por cada semana del año.

¿Qué hacer ante tanta pérdida? De nada vale que nos alarmemos, si tan pronto cerramos el periódico seguimos con nuestras vidas y no asumimos una responsabilidad colectiva ante el problema. Así que de nuevo pregunto: ¿Qué hacer para detener esta ola de muertes y parar en seco el crecimiento de esta estadística?

Lo primero que debemos hacer es reconocer que estas muertes no se dan en un vacío. Mientras haya desigualdad por género, mientras un hombre crea que es superior a una mujer simplemente a base de su sexo, habrá violencia en contra de nosotras. Simple: Cuando alguien se cree superior- y por lo tanto, dueño de la vida y voluntad de otra persona- se cree también con el derecho a disponer de esa vida. Se convierte en un agresor, en un delincuente. Cuando las personas alrededor del agresor le refuerzan esa idea se convierten en sus cómplices. Si las personas alrededor de una víctima ignoran su necesidad de ayuda y se hacen de la vista larga ante las señales de peligro, se convierten en victimarios sociales y en criminales por negligencia.

¿Queremos asumir el rol de cómplices o el de personas solidarias con la vida, la justicia y la felicidad? Yo elegiría lo segundo. Al elegir la vida, elegimos estar alertas ante las señales de violencia y de peligro. También elegimos actuar, buscar ayuda e identificar los recursos que pueden brindarla. Decidimos de manera consciente regalar de nuestro tiempo a quien necesita de éste para ser acompañada a gestiones, recibir apoyo con el cuido de niños/as o transportarse a un lugar seguro. También elegimos apoyar en vez de juzgar.

Hoy, no cierre el periódico para olvidarse del tema. Hoy, tome unos minutos para reflexionar y luego propóngase actuar. ¿Qué mujer necesita su apoyo ahora? ¿Qué números de teléfono necesita tener a la mano? Que su amor no sea de los que matan, sino de los que dan vida…

Las últimas de la fila

 No recuerdo que alguien me haya dicho de niña que debía ser la última en comer. Pero lo aprendí. De adulta, al cocinar o comprar comida par...