24.11.21

Florece

 


Si algo le conviene al machismo es que andemos distraídas por la vida. También le conviene a ese grupo invisible de personas que controlan el mundo desde su riqueza sin tener que postularse en unas elecciones.


En las elecciones- la mayor parte del tiempo- escogemos peones. No son inocentes, por supuesto, pero reconocen a sus jefes y les sirven. Imagino que ustedes saben, como yo, que esos peones no nos ven como sus jefas.


Y pues, nos distraen. 


Ya solo falta un día para el Día Internacional de No Más Violencia contra las Mujeres. Hablemos hoy de lo urgente, lo importante y las distracciones. 


Al hablar de la violencia contra las mujeres las distracciones abundan. La moda, la necesidad de responder a imágenes idealizadas de lo “femenino “, las maternidades impuestas (aunque parezcan voluntarias), los programas que nos llenan la cabeza de preocupaciones o de chismes que no tienen relación alguna con nosotras pero que opacan e invisibilizan las discusiones que sí tendrán consecuencias en nuestro futuro… Nos distraen las expectativas ajenas y nuestra necesidad de responder a ellas. Nos distraen los compromisos que hacemos por deber y sin reflexionar al respecto. Nos distraen controversias intrascendentes que nos desgastan. 


Nos distraen el miedo y los prejuicios ajenos y también el reflejo que somos de esa energía que todo lo avasalla. 


Con tanta distracción a veces olvidamos respirar, soñar y cultivarnos para 🌸 f l o r e c e r.


En Matria he visto por más de 17 años de todo lo que somos capaces las mujeres cuando nos enfocamos. Es más, debo ir más atrás en el tiempo y reconocer las herencias históricas que la visión y enfoque de otras mujeres nos dejaron a nosotras. 


La visión y el enfoque de nosotras puede y debe tener dos ejes: el del trabajo personal e interno y el de trabajo político y colectivo. Es una belleza cuando las mujeres trabajan ambos ejes y florecen de maneras sorprendentes.


En esta entrada de hoy para la #cuentaregresiva25n de lo que hablo es de la importancia de aprender a distinguir entre las distracciones y lo importante. Ver lo que a veces es también urgente. Hablo de elegir florecer. No como una metáfora tradicional de lo femenino, sino como una metáfora poderosa de lo que son nuestras capacidades humanas. 


¿Florecer juntas? Es una maravilla. 


#25N #25Noviembre

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