No me cabe duda de que hoy ganó el amor y la
solidaridad. Ganó la voluntad de
justicia. Ganó la democracia. Ya mañana miraré con más detenimiento,
analizaré estadísticas, discursos, estilos de liderazgo… pero hoy, hoy quiero
saborear esta sensación de triunfo que nace desde un agradecimiento profundo a
cada persona que supo ponerse de pie y decir NO y NO. ¿Qué estamos hablando de política? Sí. ¿Qué qué tiene que ver eso con el amor? Já, más de lo que mucha gente piensa. Por eso subestimaron el movimiento de pueblo
por el NO. No se dieron cuenta de que
precisamente el amor al prójimo y la aspiración de alcanzar un bienestar común
debería ser el hilo conductor de nuestras acciones políticas. No se dieron cuenta de que, además, el amor
que se acompaña de la razón y la perseverancia tiene un poder gigante.
(Suspiro)
Hoy me acostaré feliz y enviaré muchas energías amorosas y agradecidas a
todas mis amigas y compañeras de lucha que desde el poder de las mujeres fueron
votantes, funcionarias, activistas y hasta choferas para que esto se
diera. También para todos mis amigos y
compañeros que fueron solidarios y que se entregaron a esta lucha junto al
país.
Las mujeres dijimos NO y NO y
acompañamos nuestras palabras con acción.
Este trabajo nos demostró y reafirmó que el trabajo en la calle es necesario y urgente si queremos transformar el País a uno de justicia y equidad...
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