Cuando las mujeres nos negamos a asumir el rol de princesas desvalidas que nos asigna la sociedad, inmediatamente nos convertimos en brujas y rebeldes. Pero, después de todo, ¿es tan malo ser una bruja rebelde? Reafirmar nuestra identidad, reclamar espacios para la equidad es cosa de todas... de brujas y ex-princesas.
25.11.17
Mujeres, política y violencia en el 2017
17.11.17
Matria: Una bitácora del trabajo por la paz en tiempos de desastre
21.10.17
La desgracia de #María solo demostró lo mal que estábamos antes.
Espero que la gente deje el hashtag estúpido ese de #PuertoRicoSeLevanta y dejen de hacerle el juego a los políticos y empresas que quieren meter la pobreza bajo la alfombra para seguir viviendo sus burbujas privilegiadas.
Ya hay que salir de la etapa de ayuda a la de recuperación planificada en acuerdos con las comunidades. No se puede reconstruir, recuperar o crear un país con decisiones tomadas desde el 1% para que el 99% acate y sufra las consecuencias.
Me niego.
19.10.17
Resistencia
A un mes de #María
Acabo de completar las primeras cuatro horas de trabajo del día.
Cuatro horas aprovechando la señal web para informes, propuestas, enlaces, revisión de presupuestos, coordinaciones, respuestas a correspondencia... Y todo desde el celular, usando la poca batería que guardo para estas jornadas.
Me gusta mi trabajo. Amo mi trabajo. Pero no sé cuánto tiempo se podrá mantener este ritmo y nivel de trabajo. En especial cuando el dormir viene con pesadillas.
Los días son eternos. No solo para mí. Para tanta otra gente que se afana para crear un país nuevo, mejor que el anterior, con equidad y justicia.
#HuracánMaría
13.10.17
Viernes 13
Sin embargo, acá estoy. Como el resto de lxs matrixs, agotada física y mentalmente por una semana de guerra contra la pobreza, la desesperanza y el caos que se crea en un maldito sistema de desigualdades en el que el gobierno y empresas devoradoras de recursos y gente luchan para reacomodarse y mantener su poder y control sobre los recursos, las ideas, los medios y las vidas de todas nosotras.
Este caos es asesino.
Pero en este caos podemos crear otra realidad si fortalecemos las alianzas que teníamos antes y que hemos hecho ahora. No cedamos a la tentación de aliarnos con quienes son responsables de la pobreza que destapó #María. No cedamos al impulso de romantizar la pobreza. No le cedamos el país a quienes lo han destruido.
Se permite llorar, se acepta la tristeza, se reconoce la ira, se valida el dolor, se entiende la frustración, se acepta que es posible tener mucho, mucho miedo. Las emociones son valiosas.
Hoy yo estoy agotada y triste. Muy triste. Me he sentido pequeñísima ante el caos y el enorme peso de la tarea que todas tenemos. Sé que habrá gente con vidas más difíciles que la mía y con menos recursos que yo. Les veo y les valido. Como veo y valido a cada persona que esta noche dormirá con miedo, tristeza, hambre, incertidumbre o ganas de morir.
La petición es: Sentir todo lo que necesitemos sentir pero no claudicar al amor y a la esperanza. No renunciar a la idea de que merecemos vidas plenas y de felicidad.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo pero esta vez se nos va la vida en ello. No podemos claudicar. Hay que defender hasta la alegría. Porque todo será importante para pasar este momento. Dure lo que dure es un espacio de tiempo que tuvo un principio y tendrá un final.
5.7.17
Todavía tenemos que explicar...
Zoé Laboy no entiende:










¿Lo importante?
No ceder espacios ni dejar que la deseperanza nos inmovilice.
25.4.17
Cosas de mujeres: El ascenso de Wanda Vázquez
Sobre Wanda Vázquez (Secretaria de Justicia):
Mientras fue Procuradora de las Mujeres castigó y persiguió la disidencia de organizaciones de mujeres. Matria y otras organizaciones podemos dar ejemplos concretos que incluyen difamación, investigaciones viciosas y reducción de fondos.
La denunciamos, pero políticos y público pensaron que eran chismes de mujeres y se la dejaron pasar.
En el año 2015, cuando se propuso la Defensoría de Derechos Humanos que ahora tanto necesitamos, amenazó y difamó a las que apoyamos ese instrumento de trabajo que considerábamos vital para enfrentar la crisis que ya veíamos venir. Hizo media tours difamando a Matria y difamándome a mí.
La denunciamos, pero políticos y público (incluyendo organizaciones de nuestro entorno) pensaron que eran chismes de mujeres y se la dejaron pasar. Validaron sus ataques con su silencio y ella se salió con la suya porque el propio PPD dejó colgando la Defensoría.
En el 2016, tan pronto la nominaron Secretaria de Justicia, levantamos la voz de alerta. Advertimos que si como Procuradora de las Mujeres perseguía y atacaba a organizaciones de derechos humanos, con el poder del Departamento de Justicia era mucho más peligrosa. Advertimos que apoyó públicamente la pena de muerte, que estaba en contra del derecho a la fianza y que tenía alianzas públicas con sectores de derecha.
Pero nuevamente, políticos y público se la dejaron pasar porque tomaron nuestras denuncias como chismes de mujeres.
Y así, en el 2017, con el voto de Juan Dalmau, Vargas Vidot y gran parte de la delegación popular, la confirmaron como Secretaria de Justicia.
No escucharon a las mujeres porque a fin de cuentas, el machismo pesa más que la razón y que nuestras voces, aún en las izquierdas.
Ahora, nos toca bregar con ella y sus políticas de persecusión de defensoras y defensores de derechos humanos. Ahora nos enfrentamos a la violencia de un Estado que no teme atacarnos abiertamente porque nadie antes le detuvo.
El silencio es cómplice cuando se ataca a organizaciones que tienen una trayectoria intachable de trabajo, pero es asesino cuando permite que personas como Wanda Vázquez lleguen a una posición de tanto poder.
11.4.17
¿Candidata yo? A un año de lanzar una candidatura
Hoy hace exactamente un año que anuncié de manera oficial mi candidatura a senadora por acumulación con el Partido del Pueblo Trabajador. Un año.
En medio de la campaña, ese año corría para mí en dos velocidades paralelas. Una, vertiginosa, la que me avasallaba cuando miraba la agenda de trabajo y veía volar los días sin tener tiempo para hacer todo lo que consideraba necesario: concretar alianzas, visitar comunidades y pueblos, escuchar la gente, revisar datos, repensar propuestas, pasar tiempo con mis hijos, mantenerme en contacto con mi hija, visitar a mi madre y padre, trabajar y ganarme el sustento, preparar a Matria para los cambios de gobierno, descansar, entender el partido, conocer su gente maravillosa, cuidarme, ser responsable, amar y dejarme amar y superarme a mí misma. La otra velocidad era lenta, muy lenta, esa que se nos atraviesa en el medio cuando queremos superar una etapa, completar la tarea o el viaje y llegar por fin a un área de descanso que nos permita, al menos, dormir.
Andar con dos velocidades encima nos divide. Como también nos dividen las emociones y pensamientos que corren en todas direcciones cuando una decide lanzarse en una aventura como esa. Ya más adelante y con más calma podré escribir de la experiencia. Pero hoy quería celebrar ese año con sus luces y sus sombras.
Durante ese tiempo, aprendí que el mundo político partidista se parece más de lo que una quisiera al mundo político de los feminismos y de las luchas por otras causas sociales. Que en ambos mundos una se encuentra gente que es capaz de amar a pesar de las diferencias y de estar en bandos distintos y también nos encontramos con gente que es capaz de desamar porque carece de la capacidad de ver a los seres humanos más allá de alguna idea o una teoría de izquierda o derecha. El corazón se me rompió de muchas maneras. Y ese mismo corazón supo regenerarse alimentándose de los pequeños milagros de solidaridad y buena voluntad que presencié cada día.
Aprendí de las solidaridades genuinas, las que nacen del corazón de quienes eligen caminar estos procesos con una porque creen que podemos cambiar el mundo. Y no se equivocan. Lo cambian caminando y haciendo. Como siempre se ha hecho. Quienes se equivocan son quienes eligen mirar desde la orilla y se dedican a coleccionar augurios de derrotas y listas de razones para no hacer, no trabajar y no salir de las rutinas que les llevan a pensar que las revoluciones se encienden desde un post de facebook y una fila de maldiciones cada vez que la vida les obliga a mirar el mundo que nos tocó vivir.
Aprendí de los silencios. De los que nacen de la falta de valor, de los que incuban desencuentros, de los que se usan como arma y de los que sirven para construir complicidades perversas. También aprendí de los silencios que se usan para dar espacio a otras voces, de los que son necesarios para aprender a escuchar y de los que guardan secretos valiosos para que las estrategias de trabajo por la equidad sean protegidas de todo mal... Hay silencios que nacen de la mezquindad. Otros que nacen del amor. Yo elijo los del amor.
Aprendí de derrotas y victorias. Y no son las derrotas electorales las que más me preocupan, sino las morales. Las morales preceden a las electorales, ¿o será a la inversa? Son dos serpientes que se devoran mutuamente. En cada visita o reunión de esos meses, veía la derrota de la gente que perdió la esperanza y que se derrota a sí misma y al futuro del país aunque vote por quien luego gana las elecciones. Suerte que entendí que por cada persona derrotada, hay una que ve las victorias grandes y pequeñas y las celebra para levantarse al día siguiente a trabajar. Con o sin Trump. Con o sin Junta de Control Fiscal. Con o sin votos. Con o sin aplausos.
Aprendí (bueno eso ya lo sabía), que la democracia no es votar cada cuatro años, sino resistir, luchar y soñar entre ellos. Y todo eso lo cargo y lo sigo pensando para ser justa con lo que diga y no ser otra pesimista que masculla maldiciones para desalentar a quienes creen en partidos y los impulsan, o no creen en ellos pero buscan otras herramientas, o quienes se van a la huelga, o quienes no pueden irse a la huelga pero la apoyan, o quienes ¡punto!, ya eligieron desde su corazón levantar al país por cualquier medio necesario y cualquier costo personal.
A veces me preguntan si valió la pena el trabajo. Si valió la pena dejar de ganar un salario completo e invertir los ahorros en la aventura. Me preguntan si me dolieron las pérdidas de amistades o si me arrepiento de haber decidido aceptar una candidatura. Pero, ¿cómo arrepentirme de aprender, de conocer tanta gente buena, de salirme del círculo pequeño de mis causas para adoptar causas más amplias? ¿Cómo arrepentirme de abrir los ojos si ahora veo más allá de mis reducidas fronteras de conciencia? ¿Pero es que alguien puede arrepentirse de tomar el fruto del árbol del conocimiento? Si para eso es la vida...
14.3.17
No todas las organizaciones sin fines de lucro son iguales
13.3.17
Del negociado de carnets feministas
12.3.17
Tiempos extraordinarios
9.3.17
Las flores de ayer
Deben quedar muchas flores y sus pétalos en los espacios que ayer se usaron para felicitar a las mujeres. La memoria de décadas viendo pasar los 8 de marzo, me da una imagen bastante detallada de las flores, las felicitaciones, las charlas motivacionales, la sorna de algunos, la sonrisa inocente de algunas, el no saber qué contestar de otras, la furia de las que no le aguantan nada a nadie, la paciente combatividad de las que han transitado los caminos del coraje y están en otro momento de sus vidas, las columnas, los memes, las lecciones que se construyen en los pequeños actos de todo el día y los temblores que se provocan desde manifestaciones y actos de desobediencia civil.
5.3.17
O'Neill: ¡Renuncia!
Hay múltiples lecturas que hacer de este caso:
1) Machismo, violencia y política- Este caso nos confronta con una realidad que mucha gente quiere negar. Estamos en un cuatrienio donde el machismo ganó las elecciones. Ganó la Gobernación un hombre que se comprometió a eliminar estrategias de prevención de violencia para sustituirlas por acciones benévolamente sexistas que refuerzan los estereotipos que nos matan. Ganó la Legislatura una horda de piratas que ven a las mujeres como sirvientas del patriarcado y que ahora mismo están destruyendo el trabajo de décadas para erradicar distintas manifestaciones de la violencia hacia nosotras. Y ganaron alcaldes como este, a pesar de las acusaciones. Nuestro país sigue considerando el machismo como un "defectito menor" en el historial de los candidatos y por eso O'Neill fue reelecto.
2) Litigación sin #PerspectivaDeGénero- A pesar de los cánones de ética y de los tratados y estudios internacionales que nos dicen a lxs abogadxs tenemos que trabajar considerando la paz, seguridad y #Equidad de las mujeres, predomina en muchos compañeros el deseo de ganar (un caso, fama y dinero) y para ello recurren a los lugares comunes del lenguaje y comportamiento machistas. Minimizan los alcances de la violencia, culpan a las víctimas, las hacen parecer exageradas cuando se expresan y exacerban la opinión pública en su contra. Por eso creen que, como en este caso, hacer una transacción y comprar la paz es suficiente.
3) Quién defiende a las mujeres: Algunas de ellas. Sólo algunas de ellas- El silencio o excusas de jefas de agencias y la crítica velada o abierta de otras que juzgan a la empleada víctima del hostigamiento la declaran culpable, crean un escenario social desalentador para otras víctimas que se deben estar preguntando si tendrán paz y justicia en algún momento. Por suerte, hay defensoras verticales en muchos espacios civiles, que están dispuestas a hacer lo que haga falta para la seguridad de las otras. Esos espacios que hemos construido en la sociedad civil requieren ser fortalecidos para hacer frente al Gobierno, la Legislatura y al sistema de Justicia cuando no saben o no quieren responder a la violencia hacia las mujeres.
O'Neill no renunció. Habrá que obligarlo.
Luego habrá que velar que no pongan en su puesto otro hijo del patriarcado.
#ONeillRenuncia
21.1.17
Las mujeres marchamos
2.1.17
Yo no vi la juramentación...
No he leído noticias sobre ella.
1.1.17
A las 12:12am del 1 de enero del 2017
Yo no voy a llorar por Puerto Rico
No voy a llorar por Puerto Rico. Voy a luchar por él. Esa ha sido mi consigna personal desde hace muchos años y no voy a cambiarla por un re...

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🔥 Si el PPD y Proyecto Dignidad quieren el voto de las mujeres deben ser honestos y decirles para qué lo quieren. Proyecto Dignidad postula...
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