(Originalmente publicada como entrada en facebook)
La Parguera es nuestra. Como país. Y su belleza y su riqueza nos tientan de maneras terribles para violentar el derecho al disfrute y la posesión colectiva de su costa.
Nos tienta el apego a lo material, el privilegio que se nos hace invisible porque terminamos aceptándolo como algo natural. Nos tienta la idea de que algún día nosotrxs también tendremos nuestro cantito de costa. Nos tientan sueños de un país que jamás debimos pensar así porque miren lo que nos cuesta hoy. Las casas de la Parguera son el resultado de no haber sabido resistir las tentaciones.
Y ante esas tentaciones, muchxs han desarrollado una nueva conciencia de resistencia que se expande desde la solidaridad para reclamar que las playas no están sujetas ni al apego ni al privilegio. Las playas y las costas no son cantitos de algo que se vende o se posee desde lo individual.
Si el mar es infinito, infinito debe ser el derecho a llegar a él y sumergirse en su energía. Infinito el derecho a la vida del resto de la naturaleza que lo habita y lo hace mágico y a la vez indispensable para el planeta.
Estoy segura de que el Gobernador Alejandro García Padilla lo sabe. Ojalá acabe de vetar el #PS1621. Para que lxs demás estemos en paz y sintamos que poco a poco recuperamos algo del país que nos han estado quitando.
#LaParguera no sólo es tentación. Hoy es resistencia. También es inspiración.
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