25.11.19

25N: La paz no es mansedumbre


Amárilis Pagán Jiménez
25 noviembre 2019

Nos quieren mansas. Nos quieren calladas y con la vista baja. Nos quieren sumisas. Al margen del mundo y de las libertades que son nuestras por nacimiento. Por eso, falsos profetas y políticos iracundos recurren a todo tipo de estrategias para amansar a las mujeres que luchan. Esas estrategias son también violencias que hay que nombrar para poder enfrentar. Construir paz no es construir mansedumbre sino defender los espacios y los territorios de los ataques a la integridad física y emocional de sus habitantes. Construir paz es saber hablar alto, confrontar, soñar despiertas y hacer la fuerza necesaria para crear espacios para el desarrollo de todas. Construir paz requiere valor y también mucho amor. No incluye ceder a presiones ni dejarse engañar con migajas tiradas desde la mesa de quienes gobiernan para crear la foto perfecta del status quo.

Este 25 de noviembre nos llega a menos de un año de las próximas elecciones en Puerto Rico.

Llega en un momento en el que la gobernadora Wanda Vázquez decidió crear un Consejo Asesor contra la violencia de género -porque el trabajo de las organizaciones feministas casi la obligó- pero incluye en ese consejo a organizaciones que tienen un historial de lucha en contra de los derechos de todas. ¿Una píldora venenosa para entorpecer los consensos? Eso ya se verá.

El 25N llega a semanas de haber detenido la aprobación fast track de un nuevo Código Civil que obligó a la movilización social porque su contenido desarticulado y anacrónico pone en riesgo no sólo los derechos de las mujeres y personas LGBTTIQ+, sino derechos económicos y sociales que nos atañen como país. Sin embargo, ese mismo Código Civil sigue sobre nuestras cabezas como una espada de Damocles y ahora es apoyado abiertamente por un candidato de la corrupción como Pierluisi. Toda una línea de mujeres y hombres se alinearon tras su candidatura a pesar de que desde las elecciones pasadas su misoginia y homofobia se percolan en sus decisiones, acuerdos con grupos de derecha y sus expresiones. La mansedumbre enfermiza de algunas mujeres las hace sirvientas del machismo. No pierdo la esperanza de que algún día se rebelen.

El 25N amanece entre noticias del estado crítico de los servicios de prevención y de intervención en los casos de violencia de género. La persistencia de la indolencia del Estado frente a los feminicidios sigue siendo denunciada porque no nos resignamos a la invisibilidad de nuestras muertas.

El 25N contiene en sus 24 horas noticias sobre tiendas que abrirán por pura avaricia y en horarios extendidos este fin de semana, sobre la abusiva insistencia de acreedores de una deuda no auditada y una Junta de Control Fiscal que da ultimátums. Hay noticias sobre gente joven y vieja que pasa hambre en nuestro país, también sobre cuerpos baleados y sin identificar.

La política rancia se paseará entre nosotres este 25N y no faltará quien a sabiendas de que las mujeres somos un mercado importante para cosas y votos, recurra a la hipocresía para hablar de nuestro derecho a la paz aunque nos hagan la guerra en sus espacios políticos, de trabajo, de religión y de ventas.

Hablar de paz y querernos o esperarnos mansas, es contradictorio. Porque la paz no es el resultado de la mansedumbre ni nunca lo será. Las palomitas blancas no son nuestro portaestandarte.

Construir paz es construir ciudadanía digna para nosotras y para todes. Es abrir escuelas y hablar de equidad dentro de ellas. Es tener un plato de comida sana en la mesa. Es hablar de salud integral y garantizar bienestar. Es lograr un techo para cada familia y fuentes de ingreso que sean suficientes para cubrir sus necesidades humanas. Es esperar la vejez sin el miedo a quedar en la calle y con hambre. Es caminar en libertad y expresar nuestras opiniones sin ser juzgadas o atacadas. Es destruir las jerarquías nacidas de los privilegios. Construir paz es respetar las diversidades y acogerlas. Es reconocer voces y derechos.

Hoy 25N es día de entender que las luchas de las mujeres para sobrevivir la humanidad son en realidad luchas por la paz de todes. Un paz activa y vocal, que confronta y exige, que no tolera la mansedumbre.

Hoy las mujeres marchan en Puerto Rico. Marchamos por nosotras y por la paz, pero combativas, en alerta, con las denuncias y las propuestas en nuestras manos, con la certeza de que nos merecemos la equidad y vivir sin violencia.

La paz no es mansedumbre. Es el fruto de la equidad.

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