20.10.18

La maestra, Bad Bunny y el entretenimiento filosófico

En Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días y eso pasa porque el tema no es prioridad para el gobierno, tampoco para otros sectores.
En Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días y pasa porque nuestras mentes- a través de la cultura- han desarrollado la idea de que somos malas, que nos lo buscamos o que nos gusta que nos agredan.
En Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días porque vemos los indicadores de violencia frente a nuestras narices y los pasamos por alto porque ya nuestra cabeza- a son de rock, ópera, salsa o reguetón- normalizó la violencia y no detecta el peligro de las agresiones acumulativas.
En Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días porque es más fácil mandar a callar a las mujeres que se quejan de la violencia que hacer cambios en el pensamiento o pasar el mal rato de confrontar con el tema a la gente que queremos y que de seguro nos atacará por levantar la alerta.
En Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días porque los agresores no asumen responsabilidad por sus actos. Evaden el tema, racionalizan sus acciones, echan la culpa a otros y se victimizan.
En Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días porque la gente aún no entiende que un agresor puede ser encantador cuando se lo propone y que, de hecho, suele elegir el objeto de su violencia y parecer para el mundo un encanto.
En Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días porque el gobierno sigue negándose a educar para la equidad en las escuelas y porque mucha gente sigue sin querer hablar de equidad en sus familias y comunidades.
En el debate entre la maestra y Bad Bunny, lo que queda como campo común es una insatisfacción con el sistema en general. No sólo con el sistema educativo. El SISTEMA como este mundo en el que nos movemos y que genera odio por todas partes.
Pero no nos enamoremos de las dos o tres verdades que cada cual dice en sus respectivas cartas. Lo interesante es cómo se pasa por alto el hecho de que BB nunca toca en su carta el tema de la misoginia en sus letras. Él, como heredero de la misoginia que ha definido las letras de miles de canciones a través de la historia, elige no tocar el tema y con sus otros argumentos se convierte en un héroe que recoge la inconformidad de la gente con otros temas. No asume responsabilidad. No ve nada malo en lo que canta.
Así pasa constantemente con el tema de la violencia hacia las mujeres. Es un tema secundario, es una changuería, es algo que no importa frente a las demás cosas que el común de gente sí considera importante. Sólo que en esto me detengo y recuerdo de nuevo que en Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días.
Nuestro sistema educativo está bajo fuego. No ahora. Siempre. No olvidemos que es un brazo del gobierno colonial que nos necesita ignorantes, sin capacidad crítica u organizativa, machistas, racistas y clasistas. El gobierno se alimenta de toda nuestra precariedad y la fomenta de miles de maneras.
Las maestras y maestros, los que estudian y trabajan por vocación, amor y esperanza, viven día tras día la violencia estructural que emana de la cultura, la religión, los medios y el capital. Son verdaderos guerreros y guerreras de la equidad y la justicia. Pero no dejan de ser humanos y tener imperfecciones.
No hay escuela perfecta. Pero hay escuelas que dan la batalla.
Aún así, no es un secreto que nuestras escuelas han sido excluidas de la posibilidad de fomentar la equidad de género. No por culpa de reguetoneros, sino por culpa de un sector religioso fundamentalista y de gobiernos oportunistas que en busca de votos sacrifican nuestras vidas y perpetúan las desigualdades y la misoginia.
Pero la misoginia no es sólo de ese sector religioso. El machismo y el patriarcado se reinventan y están entronizados en todo tipo de género musical, en el teatro, el cine, el arte, las tradiciones y la cultura en general. Cuando una abre los ojos a la perspectiva de género y le suma un análisis que une las intersecciones de las opresiones, se da cuenta de que el racismo y el clasismo van en el mismo bote cultural y social.
Vivimos en un mundo de violencia sin límites hacia las mujeres, las comunidades LGBTTIQ, las personas negras, las personas de edad avanzada, las que viven en pobreza y las que tienen consigo cualquier tipo de característica que no sea aceptada y santificada por el mainstream colonial y capitalista que nos da la agenda de vida sin que nos demos cuenta.
De la misma manera que no se puede ser feminista sin ser antirracista y anticlasista, no puede un artista u otra figura con influencia mediática cantarse defensor de la gente pobre o de sectores marginados mientras degrada a las mujeres y las cosifica.
Mientras, en Puerto Rico asesinan a una mujer cada 8 días.

1 comentario:

  1. Uff!! Letras llenas de sabiduria y esperanza de cambio para el que quiera tomarlas como suyas. Mis respetos y saludos!!

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