21.3.18

5 formas de decir BASTA al desmantelamiento sistemático de nuestro Puerto Rico


Como ustedes, estoy agotada y tentada por la desesperanza. Pero sigo apostando al amor, la solidaridad y la esperanza. Por eso les comparto este breve escrito.

Acá va.

1) Comprométete con MARCHAR pero también con TRABAJAR consistentemente en iniciativas de investigación, gestión comunitaria, cabildeo y educación política.

Sabemos que estamos bregando con un gobierno que está en una actitud cerrada al diálogo y abierta a la represión. Aún así, históricamente, las actividades de protesta siguen siendo una herramienta poderosa para visibilizar la indignación del pueblo y la magnitud de las injusticias. Si estás indignada: ¡MARCHA! Asiste a las convocatorias como la de este sábado, 24 de marzo a las 12pm. No cometas el error de quedarte en tu casa para ver si sale algo en las noticias o redes sociales. Pon tu cuerpo y tus ideas en el lugar donde se deben juntar las solidaridades y el amor al país.

Recuerda, sin embargo, que para que las marchas tengan éxito, necesitan un trabajo "antes" y "después". Ese trabajo incluye organización comunitaria, educación y divulgación de información, investigación profunda sobre datos económicos, estadísticas, contratos que otorga el gobierno, etc. Necesitamos manos en ese trabajo de 365 días. ¿Has pensado cuántas de tus horas de Netflix, chinchorreo, televisión o Facebook nos puedes donar? Piénsalo. ¿Dónde tu tiempo valdrá más?

Para que todo lo anterior encaje, debemos pensar políticamente y empezar por entender que la política nos compete a todas y todos. Edúcate. Abre tu mente. La política partidista tradicional se fortalece cada vez que una ciudadana dice: “Yo no hablo o yo no me meto en política”. No hablar, pensar y actuar políticamente nos hace vulnerables a la violencia del Estado.

2) Mira a tu alrededor y elige un grupo con el cual actuar

Lo que alguna gente ve como debilidad, es una fortaleza. Mientras más grupos se organicen para trabajar distintos temas, más capacidad de acción tenemos como país. Esto no se trata de competir ni de anular otros esfuerzos. Así que piensa en colectivo pero también en solidaridad. Abre tu mente y pon tu energía en algún grupo que apele a las cosas que amas, que conoces y que te convocan. Luego, piensa en cómo podemos integrarnos en redes de trabajo con acciones concretas.

3) Habla menos y haz más

En nuestro país hay mucho por hacer. Y a veces no parece glamoroso ni digno de irse viral en redes sociales… pero ya estamos en ese momento en que hay que aceptar que los grupos que sólo hablan, que la gente que solo twitea o pone estados en Facebook NO SON LA RESPUESTA.

Sí, ya sé. Muchas personas están viviendo pobreza de tiempo y de recursos. Eso nos limita. Pero hay otras que sí, que tienen forma de actuar y que hoy, por amor al prójimo, tendrán que hacerlo por sí mismas y por las demás. Si eres de las personas que pueden movilizarse y dar tiempo y trabajo para rescatar el país, da el paso al frente. Mete mano. ¡Ah! Y cerciórate de que tu trabajo tenga efectos concretos aunque sean pequeños. Ver resultados es la mejor motivación para seguir luchando.

4) No idealices líderes y tampoco trivialices los issues

Queremos caudillos en tiempos que son para el trabajo colectivo. Y a veces en nuestro afán de encontrar un caudillo que nos guíe, nos paralizamos. Pues no. No estamos para caudillos y mucho menos para idealizar líderes. A este país no lo salvará una sola persona, sino todas las personas. ¿Que hace falta gente que coordine, que estructure, que dé forma a las cosas? Claro. Pero hay que tener la conciencia de que las y los líderes que asumen esas tareas son personas que sirven al prójimo y cargan encima lo personal (bueno y malo) que les trae la vida y las responsabilidades que asumen por los grupos para los que trabajan. También se equivocan, se enferman, se cansan. Si les idealizas, luego puedes ser injusta con ellas y ellos cuando muestren su lado humano real. Si les idealizas, dejas de hacer tu parte y les sobrecargas de trabajo. Si les idealizas, el proyecto común fracasará. Una cosa es respetar y apoyar, otra es idealizar.

Tampoco trivialices los issues que nos afectan. Para empezar, todo está entrelazado: educación, economía, ambiente, salud, familias. Y en todo están presentes las intersecciones de raza, género, clase, orientación sexual, estatus migratorio, edad… No hay forma de manejar la situación al país si no miramos todo esto. Mira con sospecha las propuestas salvadoras que trivializan las causas y las convierten en una portada de revista. El país necesita que de una vez y por todas metamos mano en serio y no para ganarse una cobertura en periódico.

5) No repitas mentiras que nos debilitan (y que son puras sandeces)

No es cierto que estamos divididas. Tampoco es cierto que esto no lo arregla nadie.

Lo que sí es cierto es que somos diversas, creativas, fuertes y guerreras. También es cierto que traemos múltiples visiones a las mesas de trabajo y que estamos organizadas en cientos de grupos comunitarios y políticos. Eso es bueno. No es malo. Mientras el neoliberalismo y sus agentes gubernamentales apuestan al pensamiento monolítico, nuestras diversidades seguramente pueden traer respuestas inesperadas y efectivas.

Diferir y disentir no es desamar (salvo para gente muy, muy baja que NO es la mayoría).

Desmiente esas premisas con tus acciones.

6) Y como ñapa: Ve pensando en qué áreas hay que meter mano primero. Hagamos la lista.

Por lo pronto: Yo marcharé el 24 con las maestras y maestros del país. También con toda persona indignada que llegue a la Plaza Colón este sábado a las 12m.

#PuertoRicoSeEncabrona #YaBastaDeQuitarnoElPaís #PorNuestraNiñez #PorNosotras

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