28.8.18

Goebbels in da House



El Código Civil de Puerto Rico está expirado desde hace años. Sin embargo, el borrador del nuevo Código Civil (PC1654) es un nuevo campo de batalla ideológica al que mucha gente debería prestar más atención. Comunidades en riesgo de desalojo, comerciantes, familias, mujeres, personas LGBT, comunidad científica y muchos más grupos deberían seguir la discusión del tema y buscar cómo participar de ella. Se nos va en ello la vida nuestra y la del Puerto Rico del próximo siglo.

El Código actual, que data del Siglo XIX, contiene medidas que no responden a los avances del Siglo XXI. El nuevo que se propone se niega a reconocer los avances del último siglo ignorando jurisprudencia, avances científicos y los cambios de perspectiva en temas de propiedad, familia y persona del Puerto Rico de hoy.

No podemos creer todo lo que se dice desde la Comisión a cargo de este borrador del Código Civil. Es evidente que por nuestra Legislatura se pasean alumnos brillantes de Joseph Goebbels. Aplican muy bien sus lecciones de estrategias de comunicación y propaganda. La más evidente es la repetición de mentiras hasta que parecen verdades y señalar como agresores a defensores de derechos humanos que les desmienten.

Su libreto repite que ha habido un proceso abierto y participativo. Falso. Participación no es tener mucha gente que piensa igual en la mesa de trabajo. Es incluir diversidad.

Cuando desde la propia Comisión dan los nombres de quienes participaron en la última redacción  del Código Civil descubrimos un grupo bastante homogéneo de pastores y abogados de ideología fundamentalista religiosa o, al menos, extremadamente conservadora. Ya a estas alturas debemos tener claro que ser abogado no quita lo conservador ni impide que una persona actúe desde una ideología que atenta contra derechos humanos. El mejor ejemplo es el sacerdote católico Carlos Pérez, quien coordinó los trabajos de este nuevo borrador de Código Civil. Sin embargo, a lo ofrecimientos de otros grupos para participar gratuitamente en esa redacción, la Comisión de Código Civil simplemente dijo no.

El libreto también habla de querer escuchar todas las opiniones sobre el Código Civil. Falso. Si las hubieran querido escuchar el proceso de invitar a grupos a comentar el borrador hubiera comenzado hace un año cuando ya se estaba trabajando sobre los textos. ¿Recoger las opiniones de quienes pueden aportar a un buen Código Civil en unas vistas públicas que amenazan con concluir en septiembre? Imposible.

Ahora el libreto dice que hay grupos que se niegan a someterles propuestas de artículos para el Código Civil y que sólo critican sin fundamentos. Falso. Eso me hace preguntarme cuatro cosas: ¿Qué más fundamentos que citarle artículos defectuosos, traerle jurisprudencia, historia y datos científicos? ¿No es la función de los legisladores legislar y de la ciudadanía comentar, opinar y proponer? ¿Qué harían con los miles de artículos que podrían recibir si toda persona aceptara la invitación a someterles artículos? ¿Los pondrían en una tómbola a ver cuáles salen?

Ya sonarán las voces ofendidas en la Cámara porque se señale públicamente que el proceso ha sido excluyente y desigual. Ya se cantarán inocentes de los señalamientos sobre una agenda conservadora anti derechos humanos y dirán que no, que están respetando derechos humanos. Eso también es parte del libreto. Tergiversar la realidad y victimizarse. Confundir las verdades con ofensas. Cantarse inocentes a la hora de tener que responder por las alianzas oscuras con sectores que no pueden ocultar su felicidad con la idea de que podrán prohibir matrimonios y adopciones LGBT, pedir que se declaren incapaces mujeres embarazadas, usar exenciones para grupos religiosos, excluir de las protecciones contra el discrimen la orientación sexual y la identidad de género, prohibir el cambio de sexo en certificados de nacimiento, detener tratamientos médicos que consideran antinaturales, justificar privatizaciones y más, mucho más…

Estamos ante un borrador de Código Civil que no tiene arreglo. Pero lo van a aprobar si la gente no se moviliza y se expresa.

Si no le suena Goebbels, haga una búsqueda rápida en la web. Yo sólo le adelanto que es una figura siniestra de la historia nazi y que su propaganda- aceptada por algunos y pasada por alto por otros- sirvió para justificar todo un holocausto del cual aún se avergüenza la humanidad.  En Puerto Rico ya no estamos para aceptar más oscuridad ni propaganda destructiva. Si usted mira para el lado hoy, usted y las próximas generaciones pagarán su indiferencia.

Las últimas de la fila

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