¡Que corran las mujeres! Pero que corran a la legislatura, a las alcaldías y a la gobernación. Que corran en las próximas elecciones y se integren, de una vez, al mundo político de Puerto Rico. Ya hay países del mundo en los que las mujeres han alcanzado representación sustancial en los cuerpos legislativos y en las secretarías de estado. En Puerto Rico tenemos sólo unas cuantas legisladoras, una alcaldesa y un puñado de directoras de agencias públicas. Números, que en comparación con los de la representación masculina, demuestran una palpable falta de equidad.
¿Qué pasa? ¿Carecemos de liderazgo o de las destrezas necesarias para gobernar? ¡Claro que no! Las mujeres puertorriqueñas tenemos como grupo un nivel educativo más alto que muchos varones. Una visita a las oficinas de nuestros legisladores en el capitolio nos deja ver que aunque la mayor parte de ellos son hombres, sus asesoras y asistentes son mujeres. Eso quiere decir, que en todos nuestros partidos políticos hay mujeres que conocen lo que es legislar, lo que es gobernar, lo que es liderar. ¿Por qué no corren ellas u otras mujeres a esos puestos electivos? La pregunta amerita análisis.
Ya los dos principales partidos políticos del país comenzaron a reestructurarse de cara a las elecciones del 2008. Desde ahora, se está activando toda una maquinaria que de ser verdaderamente democrática, debería dar el espacio para que las mujeres, como 53% de nuestra población, ocupen un número proporcional de escaños y puestos públicos.
¿Nos hemos planteado las mujeres esa posibilidad? ¿Hemos pensado seriamente en correr para puestos electivos en lugar de dirigir y trabajar en campañas para otros que quizás no tengan nuestras capacidades de liderazgo y de acción? Ya es hora de que trabajemos para nosotras y que demos el paso decisivo para cruzar la línea que separa a las mujeres que ceden por costumbre el poder y la autoridad a los hombres de las mujeres que saben que el poder y la autoridad deben ser compartidos.
¡Que corran las mujeres! ¡Corran ya! ¡Que corran al futuro próximo con la certeza de que ellas también pueden gobernar, legislar y dirigir este país!
Cuando las mujeres nos negamos a asumir el rol de princesas desvalidas que nos asigna la sociedad, inmediatamente nos convertimos en brujas y rebeldes. Pero, después de todo, ¿es tan malo ser una bruja rebelde? Reafirmar nuestra identidad, reclamar espacios para la equidad es cosa de todas... de brujas y ex-princesas.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Yo no voy a llorar por Puerto Rico
No voy a llorar por Puerto Rico. Voy a luchar por él. Esa ha sido mi consigna personal desde hace muchos años y no voy a cambiarla por un re...
-
No recuerdo que alguien me haya dicho de niña que debía ser la última en comer. Pero lo aprendí. De adulta, al cocinar o comprar comida par...
-
No se puede querer ser celebrity o influencer y defensora de derechos humanos a la misma vez. No se puede querer quedar bien con todo el mu...
-
🔥 Si el PPD y Proyecto Dignidad quieren el voto de las mujeres deben ser honestos y decirles para qué lo quieren. Proyecto Dignidad postula...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario